Está claro que este nuevo enfoque
educativo requiere del apoyo de las instituciones educativas para promover nuevas
didácticas que favorezcan el aprendizaje con y sobre weblogs como una vía de
aproximación a las necesidades de la sociedad del futuro para la enseñanza de currículos
regulamentados como de la enseñanza de lenguas ya que esta tecnología naciente nos
proporciona un marco de enseñanza abierto y dinámico para desarrollar nuevos
modelos educativos.
- Organización del discurso a través
de la mejora de sus técnicas de escritura concentrando
su esfuerzo en la narración.
- Fomento del debate a través de la posibilidad de interacción y de dinamización de debates entre un grupo de
trabajo.
- Creación de comunidades de aprendizaje a través de blogs colectivos
permiten desarrollar capacidades de trabajo colaborativo a través de la
distribución de funciones.
- Compromiso con la audiencia a través de la ruptura con verticalidad clásica
emisor-receptor de un autor que escribe y una audiencia que comenta sobre lo
escrito.
- socialización entre profesores y alumnos a través de un espacio más horizontal e informal que el aula.
- responsabilización de las publicaciones en la red por parte de los alumnos.
A través de esta imagen inicio una actividad dedicada a la alimentación para niveles A1. Asimismo, proporciono a los alumnos el léxico y las funciones comunicativas necesarias para interactuar con los propietarios de los diferentes puestos de verdura, fruta, carne, pescado, etc.
Después de las explicaciones en el aula, nos desplazamos al mercado real (en mi caso está a 10´del aula) que es uno de los mercados más antiguos de España (mercado de abastos de Santiago de Compostela) y les propongo diversas actividades como: anotar los nombres de los puestos que desconozcan, fotografiar aquellos alimentos que no existan en su país para subir al blog, y como actividad final, deben por si mismos comprar con éxito y en lengua española por supuesto un alimento que les apetezca.
Uno de los puestos que más les atrae es por supuesto el del marisco, ¿a quién no?
